Los genes son como la receta para hacerte. Así como una receta le dice a un panadero cómo hacer un pastel, los genes le dicen a tu cuerpo cómo crecer y funcionar. Deciden cosas como el color de tus ojos, qué tan alto podrías ser, e incluso si te gustan ciertos alimentos.
Imagina los genes como pequeños bloques de construcción. Estos bloques se ensamblan de una manera especial para hacerte quien eres. Así como diferentes piezas de Lego pueden construir un castillo o un coche, diferentes genes se juntan para crear tu yo único.
Piensa en los genes como un conjunto de instrucciones en un libro. Cada página tiene una instrucción diferente sobre cómo construirte. Algunas páginas le dicen a tu cuerpo cómo hacer que tu cabello sea rizado, mientras que otras podrían decir qué tan rápido puedes correr. Todas estas instrucciones se mantienen seguras dentro de tus células, al igual que los libros se mantienen en un estante.
Los genes son como las notas musicales en una canción. Cada nota es importante, y cuando todas se juntan, hacen una hermosa melodía, al igual que todos tus genes se juntan para hacerte especial.