Una puerta es como una puerta especial que puede abrirse y cerrarse. Imagínala como una barrera mágica. Cuando está abierta, puedes pasar a través de ella, como cuando caminas de tu habitación a la cocina. Pero cuando está cerrada, tienes que quedarte en un lado, como cuando la puerta de tu habitación está cerrada. Las puertas se encuentran en jardines, parques infantiles, e incluso en la entrada de un castillo. Ayudan a mantener las cosas dentro o fuera, como mantener tus juguetes seguros dentro o asegurarse de que el perro no se escape.
Piensa en una puerta como un gran abrazo. Cuando está abierta, es como abrir los brazos para dejar entrar a la gente. Cuando está cerrada, es como envolver tus brazos alrededor de ti mismo para mantener todo cálido y seguro dentro. Las puertas pueden estar hechas de madera, metal, o incluso solo una línea de flores coloridas. Pueden ser altas o bajas, elegantes o simples.
Una puerta también es como una contraseña secreta para un club. Cuando sabes cómo abrirla, puedes unirte a la diversión dentro. Pero si no sabes cómo, tienes que esperar afuera. Las puertas son muy útiles porque nos permiten decidir quién puede entrar y quién debe quedarse fuera, como decidir quién puede jugar con tus juguetes.