Un alboroto es como cuando estás jugando con tus juguetes y, de repente, tu hermanito o hermanita viene y toma uno. Puedes sentirte molesto y comenzar a llorar o gritar porque algo no salió como querías. ¡Eso es hacer un alboroto! Es como cuando derramas tu jugo y empiezas a llorar porque no querías que eso sucediera.
Piensa en una pequeña tormenta en tu barriga que te hace sentir todo confundido por dentro. Cuando haces un alboroto, es como si esa pequeña tormenta saliera y todos pudieran verla. A veces, los adultos también hacen un alboroto, como cuando no encuentran sus llaves y comienzan a buscar por todas partes mientras hablan en voz alta.
Piensa en un alboroto como un gran globo ruidoso que se hace más grande y más grande cuando te sientes molesto o frustrado. Si dejas salir el aire lentamente, respirando profundamente o hablando de ello, el globo se hace más pequeño y te sientes más tranquilo. A veces está bien hacer un alboroto, pero aprender a hacer el globo más pequeño también es importante.