congelado
Cuando algo está congelado, es como cuando pones un juguete en el congelador y se vuelve duro y frío. Es como si el juguete llevara un abrigo de hielo especial que lo hace rígido y helado. Al igual que te pones un gran abrigo en invierno para mantenerte caliente, el juguete lleva un abrigo de hielo para mantenerse frío.
Piensa en un estanque que se convierte en una gran pista de hielo. El agua del estanque se vuelve tan fría que deja de moverse y se convierte en hielo. Incluso puedes deslizarte sobre él porque se ha vuelto tan duro. Eso es porque el agua está congelada, al igual que cuando congelas tu jugo favorito para hacer una paleta.
Imagina un muñeco de nieve. Cuando lo construyes, la nieve es suave y esponjosa. Pero cuando hace mucho frío afuera, el muñeco de nieve se vuelve más duro y mantiene su forma. Eso es porque la nieve está congelada, impidiendo que el muñeco de nieve se derrita demasiado rápido.
Las cosas congeladas son como viajeros en el tiempo. Dejan de moverse y cambiar, como si estuvieran tomando una larga siesta en el frío. Esperan hasta que se calientan nuevamente para despertarse y moverse.