Un ceño fruncido es como cuando el cielo está cubierto de nubes grises y el sol se esconde. Tu cara hace algo similar cuando te sientes triste o molesto. Tus cejas se juntan y tu boca se curva hacia abajo, como un arco iris al revés. Es como si tu cara dijera: ‘No estoy feliz en este momento.’
Imagina que tu cara es una historia. Cuando estás feliz, es como leer un libro divertido con un final feliz. Pero cuando frunces el ceño, es como la parte de la historia donde el personaje está pasando por un momento difícil. Tu cara muestra al mundo lo que sientes por dentro, al igual que la portada de un libro da una pista sobre lo que hay dentro.
Piensa en tu cara como un jardín. Cuando sonríes, es como flores floreciendo, pero cuando frunces el ceño, es como si las flores se inclinaran porque necesitan un poco de sol. Tus cejas son como pequeñas orugas que se acercan cuando no te sientes bien. Un ceño fruncido es la forma en que tu cara muestra que necesitas un poco más de cuidado o un abrazo para sentirte mejor.