Ser amigable es como ser un gran y cálido sol que hace que todos se sientan felices y cómodos. Cuando eres amigable, sonríes mucho, igual que el sol brillando intensamente en el cielo. Tu sonrisa puede hacer que otros sientan que están recibiendo un cálido abrazo del sol, incluso si es un día nublado.
Piensa en un cachorro moviendo su cola. Los cachorros son amigables porque les encanta jugar y hacer que todos a su alrededor se sientan amados. Cuando eres amigable, eres como un cachorro, mostrando amabilidad y emoción por conocer nuevos amigos. Compartes tus juguetes y dices cosas bonitas, haciendo que los demás se sientan especiales e importantes.
Piensa en un arcoíris después de un día lluvioso. Un arcoíris es amigable porque trae colores y alegría a todos los que lo ven. Cuando eres amigable, eres como un arcoíris, esparciendo felicidad y haciendo el día más brillante para todos a tu alrededor. Escuchas a los demás y los ayudas cuando lo necesitan, igual que un arcoíris que aparece para hacer sonreír a la gente después de la lluvia.