Piensa en ‘formato’ como un disfraz para tus palabras o imágenes. Así como te vistes de superhéroe o princesa, tus palabras también pueden disfrazarse. Cuando cuentas una historia, el formato ayuda a decidir si tus palabras están en un libro elegante o en un simple papel. Es como elegir si tu superhéroe lleva capa o máscara.

Ahora, imagina que el ‘formato’ es como bloques de construcción. ¿Sabes cómo puedes hacer diferentes formas con bloques, como una torre alta o un castillo ancho? El formato ayuda a construir tu historia o imagen de una manera especial. Puedes apilar tus bloques ordenadamente o esparcirlos. De la misma manera, el formato organiza tus palabras e imágenes de manera ordenada o de una forma divertida y desordenada.

Finalmente, piensa en el ‘formato’ como una receta para galletas. Si quieres galletas con chispas de chocolate, necesitas los ingredientes y pasos correctos. El formato es como esa receta, diciéndote cómo juntar tus palabras e imágenes para que se vean perfectas, como galletas recién sacadas del horno.