Olvidar es como tener una gran caja llena de tus juguetes favoritos. A veces, puedes poner un juguete en la caja y cerrar la tapa. Luego, cuando abres la caja, es posible que no veas ese juguete de inmediato porque está enterrado bajo otros juguetes. Todavía está ahí, pero no puedes verlo por un tiempo. Olvidar es así. El juguete es como un recuerdo en tu cerebro, y a veces se esconde bajo otros recuerdos.
Otra forma de pensar en el olvido es como cuando dibujas con tiza en una acera. Con el tiempo, la lluvia puede venir y lavar algunos de los dibujos. Los dibujos son como recuerdos, y la lluvia es como el tiempo. A medida que pasa el tiempo, algunos recuerdos pueden desvanecerse, al igual que los dibujos de tiza.
Imagina que tu cerebro es una biblioteca con muchos libros. Cada libro es un recuerdo. A veces, cuando la biblioteca está demasiado llena, puede ser difícil encontrar un libro en particular. Olvidar es como no poder encontrar el libro que quieres leer. Todavía está en la biblioteca, pero está escondido entre todos los demás libros.