Cuando ves un coche de juguete cruzar el suelo, es porque alguien lo empujó. Ese empujón se llama fuerza. Es como darle al coche un suave empujón para que se mueva. Sin fuerza, el coche simplemente se quedaría quieto y no iría a ninguna parte.
Piensa en la fuerza como una mano invisible mágica. Cuando lanzas una pelota, la fuerza de tu brazo la hace volar por el aire. Es como si la pelota recibiera un gran empujón amistoso para volar alto.
Imagina que estás en un columpio. Cuando alguien te empuja, subes más y más alto. Ese empujón es la fuerza que te hace moverte de un lado a otro. Sin ella, simplemente te quedarías colgado allí, sin moverte.
Incluso cuando abres una puerta, estás usando fuerza. Tu mano empuja la puerta y se abre. Es como si le dijeras a la puerta: “¡Oye, vamos por aquí!” La fuerza está en todas partes, ayudando a las cosas a moverse y cambiar.