Ser flexible es como ser una pajita flexible. Imagínate una pajita que puede girar y doblarse en diferentes direcciones. No se rompe cuando la doblas, sino que se mueve fácilmente. Esto es lo que significa ser flexible. A veces, al jugar con juguetes o hacer algo nuevo, es posible que necesites cambiar tus planes. Ser flexible significa que puedes hacerlo sin molestarte.
Piensa en una banda elástica. Cuando la estiras, no se rompe de inmediato. Se estira y cambia de forma, pero luego vuelve a su forma original. Las personas pueden ser como bandas elásticas también. Cuando sucede algo inesperado, una persona flexible puede adaptarse y encontrar una nueva manera de hacer las cosas.
Considera un árbol en el viento. Cuando el viento sopla, un árbol se balancea suavemente pero no cae. Se mueve con el viento. Ser flexible es como ese árbol. Incluso si las cosas a tu alrededor cambian, puedes seguir adelante y mantenerte fuerte.
Finalmente, piensa en plastilina. Puedes moldearla en lo que quieras. Puede ser una bola, una serpiente o incluso un panqueque. Ser flexible significa estar abierto a probar cosas nuevas y cambiar cuando sea necesario, al igual que la plastilina puede convertirse en cualquier cosa que imagines.