Una chimenea es como un lugar especial en tu casa donde puedes ver una fogata acogedora sin salir. Imagina una casita dentro de tu casa donde vive el fuego. Está hecha de ladrillos o piedras y mantiene el fuego seguro para que no corra por la habitación. Cuando enciendes un fuego allí, hace que la habitación se sienta cálida y cómoda, como un gran abrazo de una manta.

Piensa en una chimenea como una televisión mágica que solo muestra un canal: el canal de las llamas danzantes. Puedes sentarte frente a ella y ver cómo las llamas parpadean y brillan, al igual que ves tus dibujos animados favoritos. Hace crujidos y estallidos, haciendo ruidos divertidos como cuando pisas hojas crujientes en el parque.

Una chimenea también es como un horno gigante para tu habitación. No hornea galletas, pero calienta el aire para que te sientas calentito en los días fríos. A veces, la gente cuelga calcetines sobre la chimenea durante la Navidad, como poner pequeñas bolsas para que Papá Noel las llene de golosinas. Es un lugar donde se cuentan historias, se cantan canciones y se crean recuerdos.