La ficción es como un gran parque de juegos para tu mente. Es un lugar donde puedes conocer dragones, animales que hablan y superhéroes. Puede que no sean reales, como tus juguetes o tu mascota, pero son reales en las historias y en tu imaginación. Al igual que cuando juegas a fingir, la ficción te permite visitar tierras lejanas y emprender emocionantes aventuras sin salir de tu habitación.
Piensa en la ficción como un pincel mágico. Con él, puedes pintar imágenes en tu mente de cosas que no existen en el mundo real. Puedes crear castillos en el cielo, océanos en la luna o incluso ríos de chocolate. Es como dibujar con tus pensamientos, y el único límite es hasta dónde puedes soñar.
La ficción también es como una gran caja de disfraces. Puedes probar diferentes personajes como un valiente caballero, un sabio mago o un detective curioso. Puedes aprender cómo se siente ser otra persona y descubrir cosas nuevas sobre el mundo y sobre ti mismo. La ficción te ayuda a ver el mundo a través de ojos diferentes.