Los sentimientos son como el clima dentro de tu cuerpo. A veces está soleado, y te sientes feliz y emocionado. Otras veces, puede estar lluvioso, y te sientes triste o molesto. Al igual que el clima cambia, tus sentimientos también pueden cambiar. Está bien tener diferentes sentimientos porque te ayudan a entender lo que está pasando dentro de ti.

Piensa en los sentimientos como colores en tu corazón. Cuando te sientes bien, tu corazón puede estar lleno de colores brillantes como amarillo o rosa. Pero cuando no te sientes tan bien, puede estar lleno de colores más oscuros como azul o gris. Estos colores cuentan una historia sobre cómo te sientes, y es importante prestarles atención.

Los sentimientos también pueden ser como un termómetro. Cuando estás realmente feliz, es como si el termómetro estuviera alto, y cuando te sientes triste, está más bajo. Al igual que puedes saber si hace calor o frío afuera mirando el termómetro, puedes saber cómo te sientes escuchando a tu corazón. Recuerda, está bien hablar sobre tus sentimientos con alguien en quien confíes, como un padre o un maestro.