Las cejas son como pequeños sombreros peludos que se sientan encima de tus ojos. Ayudan a evitar que cosas como el sudor o la lluvia entren en tus ojos, al igual que un sombrero mantiene tu cabeza seca. Imagina tus cejas como pequeños paraguas que protegen tus ojos de mojarse o ensuciarse. Son importantes porque trabajan duro para mantener tus ojos seguros y cómodos, incluso cuando juegas afuera o cuando está lloviendo.
Piensa en tus cejas como el marco alrededor de una imagen. Al igual que un marco hace que una imagen se vea bonita y ordenada, las cejas ayudan a dar forma a tu cara y a que se vea perfecta. Cuando miras a alguien, sus cejas te ayudan a entender cómo se siente. Si alguien está sorprendido, sus cejas pueden subir muy alto. Si están enojados, sus cejas pueden bajar mucho.
Las cejas son como los pequeños amigos que viven en tu cara. Siempre están ahí, ayudándote a mostrar cómo te sientes sin decir una palabra. Se aseguran de que puedas expresarte y mantener tus ojos seguros al mismo tiempo. Así que, la próxima vez que te mires en el espejo, agradece a tus cejas por todo el trabajo que hacen.