La exposición es como cuando estás afuera bajo el sol. La luz del sol toca tu piel y la calienta. Cuanto más tiempo pases al sol, más expuesto estarás a su luz y calor. Si te quedas demasiado tiempo, podrías quemarte, lo que muestra que tuviste demasiada exposición.
Otra forma de pensar en la exposición es como cuando abres una ventana en tu habitación. Cuando la ventana está abierta, entra aire fresco y puedes oler las flores o escuchar a los pájaros cantar. La habitación está expuesta al mundo exterior. Si cierras la ventana, la habitación ya no está expuesta a esas cosas.
La exposición también puede ser como cuando ves una película en una pantalla. La pantalla muestra imágenes y sonidos, y estás expuesto a la historia y los personajes. Si ves muchas películas, aprendes sobre muchas historias y personas diferentes. Entonces, la exposición trata de cuánto ves, escuchas o sientes algo, al igual que estar al sol, abrir una ventana o ver una película.