Piensa en un gran libro lleno de historias. Cada historia es como un día en tu vida. Cuantas más historias tengas, más conoces el mundo. Ser experimentado es como tener un libro con muchas páginas porque has hecho muchas cosas y aprendido de ellas.
Imagina que estás jugando con bloques. Al principio, puede que no sepas cómo apilarlos sin que se caigan. Pero después de intentarlo muchas veces, aprendes la mejor manera de construir una torre alta. Ser experimentado es como ser un experto en construcción de bloques porque has practicado mucho.
Considera un jardín. Al principio, puede que no sepas cómo hacer crecer plantas. Pero después de plantar semillas, regarlas y verlas crecer, entiendes lo que las plantas necesitan. Ser experimentado es como ser un jardinero que sabe cómo hacer florecer las flores porque has pasado tiempo aprendiendo y cuidándolas.
Piensa en un rompecabezas. La primera vez, puede ser difícil encontrar dónde va cada pieza. Pero después de hacerlo muchas veces, sabes exactamente cómo encajarlas. Ser experimentado es como ser un maestro del rompecabezas porque has descubierto cómo resolverlo rápidamente.