experiencia
Piensa en la experiencia como un gran libro. Cada vez que intentas algo nuevo, como andar en bicicleta o dibujar un cuadro, agregas una página a este libro. Estas páginas están llenas de las cosas que aprendiste y cómo te sentiste. Cuantas más páginas tengas, más sabes sobre el mundo y cómo hacer diferentes cosas. Este libro te ayuda a recordar lo que hiciste bien y lo que puedes mejorar la próxima vez.
Otra forma de ver la experiencia es como un jardín. Cuando plantas una semilla, se necesita tiempo y cuidado para que crezca y se convierta en una flor. Cada día que la riegas y la observas, crece un poco más. Tus experiencias son como esas semillas. Cuanto más haces, más crece tu jardín, y pronto tienes un hermoso jardín lleno de flores coloridas, cada una mostrando algo que has aprendido.
También puedes pensar en la experiencia como una colección de juguetes. Cada vez que juegas con un juguete nuevo, aprendes cómo funciona y qué lo hace divertido. Con el tiempo, te vuelves mejor jugando con todos tus juguetes porque recuerdas lo que aprendiste antes. Esta colección te ayuda a saber cómo divertirte de diferentes maneras y compartir esa diversión con tus amigos.