Exilio es como cuando tienes un parque de juegos favorito, pero los adultos dicen que ya no puedes jugar allí. No es porque hayas hecho algo malo, sino porque decidieron que es mejor para ti estar en otro lugar. Imagina que tu peluche favorito también tuvo que quedarse atrás. Te sentirías triste y lo extrañarías mucho, ¿verdad? Así es como se sienten las personas en exilio.
A veces, estar en exilio es como ser un pájaro cuyo nido está en lo alto de un árbol, pero un viento fuerte lo lleva lejos. El pájaro tiene que encontrar un nuevo árbol y construir un nuevo nido. Aunque el pájaro aún puede volar y cantar, extraña su antiguo hogar.
Piensa en el exilio como un gran juego de escondite en el que eres el único que se esconde, y todos los demás olvidaron encontrarte. Estás en un lugar nuevo, y está bien, pero realmente quieres volver al lugar donde comenzaste. Las personas en exilio a menudo sueñan con regresar a su hogar original, porque es donde su corazón se siente más feliz.