Cuando excavas, es como ser un cazador de tesoros en busca de tesoros ocultos enterrados profundamente en el suelo. Imagina usar una pala especial o una gran máquina para cavar con cuidado en la tierra. Estás tratando de encontrar algo especial, como huesos de dinosaurios o ollas antiguas que la gente usaba hace mucho, mucho tiempo. Es como cuando cavas en la arena en la playa para encontrar una concha brillante o una roca genial. El suelo es como una gran manta que cubre todos estos secretos, y la estás retirando suavemente para ver qué hay debajo.

Piénsalo como pelar una naranja. La cáscara de la naranja es la tierra, y dentro hay fruta jugosa, que son los tesoros. Tienes que tener cuidado de no aplastar la fruta mientras pelas. Excavar es lo mismo; debes ser gentil y paciente para no romper las cosas que encuentras.

A veces, es como ser un detective. Tienes pistas, como un mapa o herramientas especiales, que te ayudan a saber dónde cavar. Podrías encontrar pistas como piezas de platos rotos o monedas antiguas. Cada pieza cuenta una historia sobre quién vivía allí y qué hacían. Es como armar un rompecabezas para ver la imagen completa del pasado.