Cuando estimas, es como adivinar cuántos caramelos hay en un frasco. No sabes el número exacto, pero intentas averiguarlo mirando el frasco y pensando en lo que sabes. Es como cuando miras un montón grande de juguetes y tratas de adivinar cuántos hay sin contarlos uno por uno.
Otra forma de pensar en estimar es como cuando dibujas un árbol. Puede que no sepas exactamente cuántas hojas hay en el árbol, pero dibujas las suficientes para que parezca un árbol. Estás usando lo que sabes sobre los árboles para hacer una buena suposición.
Estimar también es como cuando tienes un rompecabezas y faltan algunas piezas. Intentas imaginar cómo son las piezas que faltan basándote en las piezas que tienes. Usas tu imaginación y lo que sabes para llenar los espacios vacíos.
Entonces, cuando estimas, usas tus ojos y tu cerebro para hacer una suposición inteligente sobre algo, incluso si no lo sabes todo sobre ello. Es una forma de hacer una buena suposición cuando no puedes estar completamente seguro.