Un epicáliz es como una chaqueta especial para una flor. Imagina que tu juguete favorito lleva un pequeño abrigo que lo mantiene seguro y cómodo. Esta chaqueta está hecha de pequeñas partes parecidas a hojas que rodean la flor antes de que florezca, casi como un grupo de pequeños amigos que la abrazan. Estas partes no son los pétalos de la flor, pero ayudan a proteger la flor mientras crece.
Piensa en un epicáliz como una capa de superhéroe. Así como los superhéroes llevan capas para ayudarles a volar y verse geniales, el epicáliz ayuda a la flor dándole fuerza y protección adicionales. Se envuelve alrededor del capullo de la flor, protegiéndola del viento y la lluvia hasta que esté lista para mostrar sus hermosos colores al mundo.
Imagina un nido para un pajarito. El epicáliz es como un nido que mantiene la flor cálida y cómoda. Sostiene la flor firmemente, asegurándose de que nada malo le suceda mientras es pequeña y delicada. Una vez que la flor está lista, el epicáliz la deja desplegar sus pétalos y brillar bajo el sol.