enemigo
Un enemigo se puede pensar como una nube tormentosa en el cielo. Al igual que una nube tormentosa puede bloquear el sol y hacer que el día parezca menos brillante y feliz, un enemigo puede hacerte sentir triste o incómodo. No son necesariamente malas personas, pero a veces no se llevan bien contigo o no te hacen sentir bien, como cuando no te gusta la lluvia cuando quieres jugar afuera.
Otra manera de entender un enemigo es pensar en una pieza de rompecabezas que no encaja. Cuando intentas armar un rompecabezas, todas las piezas deben coincidir para crear una imagen hermosa. Un enemigo es como una pieza que no encaja con tus otras piezas. Puedes intentar hacer que encaje, pero simplemente no funciona, lo que puede ser frustrante.
Finalmente, considera a un enemigo como un oponente de juego. Cuando juegas un juego, compites contra alguien que quiere ganar al igual que tú. No son malos, pero te desafían a ser mejor y a esforzarte más. A veces, ellos ganan, y a veces tú ganas. Es parte del juego y te ayuda a aprender y crecer.