Emplear a alguien es como cuando un maestro pide a un ayudante que ayude a limpiar el aula. El maestro le da tareas al ayudante y, a cambio, el ayudante puede recibir una recompensa, como tiempo extra de juego o una pegatina. El ayudante está trabajando para el maestro, haciendo diferentes cosas para asegurarse de que todo esté limpio y ordenado.

Otra forma de pensar en ‘emplear’ es como cuando tienes un equipo para un juego. El entrenador es quien ‘emplea’ a los jugadores. El entrenador le dice a cada jugador qué hacer, como quién debe correr rápido o quién debe atrapar la pelota. Todos tienen un papel especial y juntos hacen que el equipo sea grandioso. A cambio, los jugadores se divierten y ¡pueden incluso ganar el juego!

Imagina que tu familia tiene un jardín. Tus padres pueden emplearte para regar las plantas. Te confían esta tarea importante y a veces pueden darte una pequeña recompensa por tu ayuda. Tienes un trabajo que hacer y estás ayudando a que el jardín crezca grande y hermoso.