Escuchar a escondidas es como ser un superhéroe secreto que puede escuchar cosas sin ser visto. Imagina que eres un pequeño ratón escondido debajo de la mesa, escuchando a la gente hablar sin que ellos sepan que estás allí. No eres parte de la conversación, pero escuchas todo lo que dicen. Es un poco como ser un espía, pero es importante recordar que no siempre es agradable escuchar los secretos de los demás.
Es como cuando juegas al escondite y encuentras el escondite perfecto donde puedes escuchar a tus amigos tratando de encontrarte. Los escuchas decir cosas como ‘¿Dónde está escondida?’ o ‘¡Creo que está por allí!’ No debes responder porque estás escondido, pero escuchas todo.
Piensa en ser un gato curioso encaramado en el alféizar de una ventana, observando a la gente pasar y hablar. El gato escucha todas las historias, pero no participa en la conversación. Es divertido escuchar, pero a veces la gente quiere privacidad, como cuando cierran la puerta de su habitación. Así que, ser un escuchador a escondidas significa escuchar cuando tal vez no deberías.