oído
El oído es como una puerta mágica que deja entrar los sonidos en tu cabeza. Cuando un pájaro canta o cuando escuchas tu canción favorita, esos sonidos viajan por el aire y tocan a la puerta de tu oído. Tu oído abre la puerta y deja entrar los sonidos para que puedas escucharlos.
Piensa en tu oído como un superhéroe con un poder especial. Este superhéroe puede atrapar sonidos que vuelan como pequeñas bolas invisibles. Una vez que el oído atrapa estas bolas de sonido, las envía a tu cerebro, que es como el compañero del superhéroe. El cerebro te ayuda a entender lo que significan esos sonidos, como reconocer la voz de tu mamá o el ladrido de un perro.
También hay una parte del oído que se parece a una concha de caracol. Esta parte se llama cóclea y ayuda a convertir los sonidos en mensajes que tu cerebro puede entender. Es como si la concha de caracol fuera una pequeña fábrica dentro de tu oído, trabajando duro para asegurarse de que sepas lo que estás escuchando.
Tus oídos siempre están trabajando, incluso cuando estás durmiendo. Te ayudan a escuchar el mundo que te rodea y te mantienen seguro al escuchar sonidos importantes, como alguien llamando tu nombre.