deriva
La deriva es como cuando estás flotando en un juguete de piscina en el agua. A veces, el agua te mueve lentamente sin que te des cuenta. Comienzas en un lugar, pero después de un tiempo, ¡estás en otro! Esto es porque el agua te está empujando suavemente. La deriva también es como cuando dibujas y tu mano se aleja lentamente del lugar donde querías ir. Comienzas a dibujar una línea recta, pero tu mano deriva, y la línea se vuelve ondulada. Es un cambio suave que ocurre con el tiempo. Imagínate que estás en una bicicleta bajando una colina, y el viento te empuja hacia un lado. Comienzas yendo recto, pero el viento te hace derivar un poco a la izquierda o a la derecha. Todavía estás en la bicicleta, pero no estás exactamente donde planeabas estar. La deriva se trata de pequeños cambios lentos que ocurren cuando algo te empuja o tira de ti, incluso si no lo sientes de inmediato. Es como una mano invisible y pequeña que te guía suavemente a otro lugar.