Cuando tienes un balón de baloncesto en la mano, driblar es como hacer que el balón baile. Golpeas suavemente el balón al suelo y vuelve a tu mano, como una pelota que rebota. Es una forma divertida de mover el balón sin tener que sostenerlo todo el tiempo.
Piensa en driblar como un yo-yo. Sabes cómo un yo-yo baja y luego vuelve a tu mano, ¿verdad? Driblar es similar, pero usas tu mano para empujar el balón hacia abajo, y rebota de nuevo hacia ti. Sigues haciendo esto una y otra vez para mantener el balón en movimiento.
Driblar también puede ser como un ritmo musical. Cada vez que golpeas el balón, hace un sonido, como un tambor. Puedes hacer que el balón rebote rápido o lento, como cambiar la velocidad de una canción. Esto te ayuda a moverte rápidamente y esquivar a otros jugadores en la cancha.
Imagina que el balón es tu mascota. Lo guías hacia donde quieres que vaya, pero debes mantenerlo cerca para que no se escape. Driblar es cómo mantienes a tu balón-mascota a tu lado mientras juegas.