Dibujar es como contar una historia con tus manos en lugar de con tus palabras. Imagina que tus crayones o lápices son como varitas mágicas que pueden crear cualquier cosa que imagines en el papel. Cuando dibujas, estás haciendo imágenes que muestran lo que estás pensando o sintiendo. Es como cuando tomas tu juguete favorito y lo haces mover y hablar; dibujar permite que tus ideas cobren vida en la página.
Piensa en dibujar como un mapa del tesoro. Comienzas con una hoja de papel en blanco, que es como un mapa vacío. A medida que dibujas, agregas montañas, ríos y caminos que conducen a tu tesoro. Cada línea y color es como una parte del viaje, mostrando a los demás a dónde ha viajado tu imaginación.
Dibujar también puede ser como construir con bloques. Cada línea es como un bloque que te ayuda a construir una casa, un castillo o incluso una nave espacial. Tú eliges dónde colocar cada bloque para crear algo asombroso. A veces puedes borrar una línea si no encaja, al igual que podrías mover un bloque si está en el lugar equivocado. Se trata de crear algo maravilloso con tus propias manos.