Un borrador es como un dibujo de práctica. Supón que quieres dibujar una casa. La primera vez que la dibujas, podrías usar un lápiz y hacer líneas suaves. Este es tu borrador. Puedes borrar y cambiar las cosas tanto como quieras hasta que quede justo como quieres. Una vez que estás contento, puedes repasarlo con un bolígrafo o colorearlo, y entonces se convierte en tu dibujo final.
Un borrador también es como una copia en bruto de una historia que quieres escribir. Comienzas escribiendo tus ideas, incluso si no son perfectas. Puedes corregir los errores más tarde y mejorar la historia. Es como construir con bloques. Comienzas con unos pocos bloques, y luego sigues añadiendo y cambiando hasta que tu torre se vea justo como debe ser.
Piensa en un borrador como una receta que estás probando por primera vez. Mezclas los ingredientes y lo pruebas. Si no sabe bien, puedes agregar un poco más de azúcar o sal. Una vez que sabe perfecto, entonces sabes cómo hacerlo de nuevo la próxima vez.