Cuando algo está sucio, significa que tiene cosas encima que no deberían estar ahí, como cuando tu juguete cae en el barro y se pone todo marrón y pegajoso. Es como cuando derramas jugo en tu camiseta y deja una mancha que se siente pegajosa y húmeda.

Piensa en una ventana limpia donde puedes ver afuera claramente. Si la ventana está sucia, podría tener polvo o huellas dactilares encima, lo que dificulta ver a través de ella. Como cuando juegas afuera y tus manos se ensucian con arena y tierra, y necesitas lavarlas para que estén brillantes y limpias de nuevo.

Imagina una hoja de papel blanca. Si dibujas en ella con crayones, se vuelve desordenada y colorida. Eso es un poco como estar sucio porque ya no es blanca y limpia.

Estar sucio es como cuando tu cachorro corre a través de un charco y tiene las patas todas fangosas. Necesita un baño para quitar toda la suciedad y estar esponjoso y suave de nuevo.