Piensa en una dimensión como una forma de describir dónde está algo o cómo encaja en un espacio. Imagina que tienes una caja de juguetes. La primera dimensión es como una línea recta, donde solo puedes mover tu coche de juguete hacia adelante o hacia atrás. La segunda dimensión es como una hoja de papel plana, donde tu coche de juguete puede moverse hacia adelante, hacia atrás, a la izquierda o a la derecha. Ahora, la tercera dimensión permite que tu coche de juguete se mueva hacia arriba y hacia abajo también, como conducirlo por una rampa o una colina.

Otra forma de pensar en las dimensiones es imaginar un dibujo. Un dibujo en una hoja de papel es plano, por lo que tiene dos dimensiones: longitud y ancho. Pero cuando construyes una casa con bloques, agregas la tercera dimensión, que es la altura, haciéndola 3D.

Si pensamos en el tiempo como una dimensión, es como tener un reloj que te dice cuándo suceden las cosas. Por lo tanto, las dimensiones nos ayudan a entender y describir el mundo que nos rodea, ya sea moviendo juguetes, dibujando imágenes o diciendo la hora. Son como las reglas de un juego que nos dicen cómo pueden moverse y existir las cosas.