Un dilema es como estar en una bifurcación en el camino donde tienes que elegir entre dos caminos, pero ambos caminos tienen cosas que te gustan y cosas que no te gustan. Imagina que tienes dos juguetes favoritos, un oso de peluche y un coche de juguete, y solo puedes llevar uno a una fiesta de pijamas. Te encanta el oso de peluche porque es abrazable, pero también te encanta el coche de juguete porque es muy divertido jugar con él. Elegir entre ellos puede ser difícil, y eso es lo que se siente un dilema.
Otra forma de pensar en un dilema es tener dos sabores de helado, chocolate y vainilla, y solo puedes elegir una bola. El chocolate es delicioso, pero la vainilla también es tu favorita. Te quedas pensando en cuál quieres más, y es complicado porque ambos son muy ricos. Esto es un poco como un dilema, donde tienes que tomar una decisión entre dos cosas buenas.
Imagina que tienes dos amigos que quieren jugar contigo al mismo tiempo, pero no quieren jugar juntos. Tienes que elegir con qué amigo jugar, y no quieres hacer que el otro se sienta triste. Este es otro ejemplo de un dilema, donde tienes que hacer una elección que no es fácil.