Cuando algo es difícil, es como intentar encajar una pieza grande de un rompecabezas en un espacio pequeño. Puede que tengas que girarla y probar de varias maneras antes de que finalmente encaje. A veces, puede ser un poco frustrante, pero es importante seguir intentándolo, y cuando finalmente lo logras, ¡se siente muy bien!
Otra forma de pensar en difícil es como subir una gran colina empinada. Desde abajo, parece muy alta y un poco aterradora, pero con cada paso, te acercas un poco más a la cima. Puede que tus piernas se cansen, pero una vez que llegas a la cima, puedes mirar a tu alrededor y ver lo lejos que has llegado, ¡y eso se siente increíble!
Difícil también puede ser como aprender a andar en bicicleta sin ruedas de entrenamiento. Al principio, podrías tambalearte e incluso caer, pero con práctica y un poco de ayuda, pronto estarás rodando con una gran sonrisa en tu cara. Las cosas difíciles pueden ser complicadas, pero también nos ayudan a crecer y aprender cosas nuevas.