Cuando algo muere, significa que deja de estar vivo. Piensa en una flor en un jardín. Cuando está viva, es brillante y colorida. Pero cuando muere, se vuelve marrón y se marchita porque ya no puede crecer o florecer.
Otra forma de entenderlo es como una batería en un juguete. Cuando la batería está llena, el juguete se mueve y hace sonidos. Pero cuando la batería muere, el juguete deja de funcionar porque no tiene la energía que necesita.
También puedes imaginarlo como una historia en un libro. Cuando estás leyendo, la historia está llena de acción y personajes. Pero cuando llegas al final, la historia se detiene. No se va para siempre; puedes recordarla, pero ya no continúa.
Finalmente, considera una vela. Cuando la enciendes, la llama es brillante y cálida. Pero cuando se apaga, la luz desaparece. La vela en sí todavía está allí, pero ya no brilla. Morir es así; es cuando la luz o la energía se detiene.