Cuando alguien dicta, es como si fueran el capitán de un barco. El capitán le dice a todos qué hacer, y ellos escuchan y siguen las instrucciones del capitán. Al igual que en un barco, cuando alguien dicta, habla en voz alta, y otros escriben exactamente lo que dice. Imagina que las palabras son pequeños barcos, y la persona que dicta las envía al mar, donde otros las atrapan y las guardan seguras en el papel.
Piensa en dictar como un juego de teléfono, donde una persona susurra un mensaje y todos lo pasan. Pero en lugar de susurrar, la persona habla claramente, asegurándose de que todos escuchen el mensaje correcto. La persona que dicta es como el líder del juego, dando el mensaje para que todos puedan escribirlo correctamente.
O, imagina a un maestro leyendo una historia a una clase. El maestro lee cada palabra lenta y claramente, y los niños la escriben en sus cuadernos. El maestro es el que dicta, y los niños hacen su mejor esfuerzo para atrapar cada palabra, como atrapar mariposas en una red.