El desarrollo es como plantar una semilla en la tierra. Al principio, solo tienes una semilla pequeña, pero con agua, sol y tiempo, crece hasta convertirse en un gran árbol. Al igual que la semilla, las personas y las cosas pueden crecer y cambiar con el tiempo para volverse mejores y más fuertes. Cuando aprendes cosas nuevas o practicas una habilidad, eres como esa semilla que recibe agua y sol.
El desarrollo también puede ser como construir con bloques. Comienzas con solo unos pocos bloques, pero al seguir agregando más, puedes crear algo increíble, como una torre alta o un castillo genial. Cada bloque es como algo nuevo que aprendes o una nueva experiencia que tienes.
Otra forma de pensar en el desarrollo es como un viaje en un camino. Comienzas al principio y das pasos hacia adelante. A veces puedes caer o tomar un camino equivocado, pero cada paso te ayuda a mejorar y acercarte a donde quieres ir. Al igual que en un viaje, el desarrollo requiere paciencia y esfuerzo, pero puede ser muy divertido.