Deteriorar es como cuando tu juguete favorito comienza a cambiar con el tiempo. Imagina que tu coche de juguete solía ir muy rápido, pero ahora tiene una rueda tambaleante y no va tan suave. El juguete se está desgastando lentamente, perdiendo su pintura brillante y siendo menos divertido para jugar. Esto es porque está envejeciendo y no es tan fuerte como antes.
Piensa en un plátano. Cuando está fresco, es amarillo y delicioso. Pero si lo dejas fuera por mucho tiempo, se vuelve marrón y blando. Ya no es tan sabroso porque está empezando a pudrirse. Así es como las cosas pueden deteriorarse, volviéndose menos bonitas o útiles con el tiempo.
O considera un castillo de arena en la playa. Cuando lo construyes por primera vez, es alto y majestuoso. Pero a medida que llegan las olas y sopla el viento, el castillo comienza a desmoronarse y a perder su forma. El castillo de arena se está deteriorando porque el agua y el viento lo están desgastando. Entonces, cuando algo se deteriora, significa que se está descomponiendo lentamente o no funciona como solía hacerlo.