Piensa en un depósito como poner tu juguete favorito en una caja especial. Esta caja lo mantiene seguro para ti hasta que quieras jugar con él de nuevo. Sabes que tu juguete está allí, y cuando lo necesites, puedes sacarlo. Un depósito es como poner algo valioso en un lugar seguro.
Imagina que tienes una alcancía donde guardas tus monedas. Cada vez que pones una moneda, eso es un depósito. La alcancía guarda tus monedas hasta que decides usarlas para algo especial, como comprar dulces. Depositar es como ahorrar para algo que realmente quieres.
Imagina un árbol creciendo en un jardín. Cada vez que lo riegas, estás haciendo un depósito de agua. El árbol se fortalece y crece más alto gracias al agua que le das. Los depósitos ayudan a que las cosas crezcan y mejoren con el tiempo.
Piensa en una biblioteca donde dejas tus libros. Sabes que tus libros están seguros allí, y puedes recuperarlos cuando los necesites. Un depósito es como dejar tus libros en la biblioteca, sabiendo que estarán allí cuando los necesites.