Defender es como ser un superhéroe con un escudo. Imagina que estás jugando en un arenero y alguien intenta derribar tu castillo de arena. Levantas las manos para protegerlo. ¡Eso es defender! Estás evitando que algo malo le suceda a algo que te importa.

Piensa en un castillo con altos muros. Los muros están allí para mantenerlo a salvo de cualquier cosa afuera que quiera entrar. Cuando defiendes tus juguetes de tu hermano o hermana menor que quiere jugar con ellos sin preguntar, eres como esos muros del castillo, manteniendo tus juguetes a salvo.

A veces, defender es como ser un paraguas en un día lluvioso. El paraguas te mantiene seco de la lluvia, al igual que defender te mantiene a salvo de cosas que no quieres que sucedan. Lo sostienes fuerte y mantiene la lluvia alejada de ti.

Defender también puede ser como cuando juegas de portero en fútbol. Te paras frente a la portería y tratas de detener el balón para que no entre. Estás asegurándote de que nada pase, al igual que defender significa asegurarse de que nada malo suceda.