Decidir es como ser el capitán de tu propio barco pequeño. Tienes un mapa con diferentes caminos. Cada camino lleva a una aventura diferente, como visitar una isla de caramelos o una montaña de juguetes. Cuando decides, eliges qué camino tomará tu barco. A veces, necesitas pensar en qué aventura suena más divertida o cuál es la más segura.
Otra forma de pensar en decidir es como ser un superhéroe eligiendo qué misión realizar. Tienes diferentes misiones, como salvar a un gatito o ayudar a un amigo. Cada misión es importante, pero debes elegir la que sientas correcta en tu corazón.
Decidir también es como ser un pintor con un lienzo en blanco. Tienes muchos colores para elegir, y cada color hará que tu pintura se vea diferente. Cuando decides, eliges los colores que crees que harán la pintura más hermosa.
Finalmente, decidir es como ser un jardinero con semillas. Puedes plantar las semillas en diferentes lugares del jardín. Algunos lugares pueden tener más sol, y otros más sombra. Decides dónde plantar cada semilla para que crezcan mejor.