El peligro es como una luz roja que nos dice que nos detengamos y tengamos cuidado. Cuando ves una luz roja, sabes que significa que tienes que esperar y observar antes de poder avanzar. De la misma manera, el peligro es una señal de que algo podría lastimarte, por lo que debes ser cauteloso y pensar en qué hacer a continuación.

Imagina que caminas por un camino y ves un gran agujero en el suelo. Ese agujero es un peligro porque si no prestas atención, podrías caer y lastimarte. Así que, el peligro es como un recordatorio para estar atento a las cosas que podrían causarte daño.

Piensa en el peligro como un reloj despertador ruidoso. Cuando suena, te despierta y te hace estar alerta. Te dice que prestes atención porque algo importante está sucediendo. El peligro es como ese despertador, asegurándose de que estés consciente y listo para protegerte de cualquier daño.

El peligro también es como una nube tormentosa en el cielo. Cuando ves nubes oscuras, sabes que podría llover y deberías llevar un paraguas. De manera similar, cuando sientes peligro, es una pista para prepararte y mantenerte seguro.