El daño es como cuando tienes un juguete nuevo y brillante, y se rasca o se rompe. Ese rasguño o grieta hace que el juguete no sea tan perfecto como antes. Daño significa que algo está herido o roto, y no puede funcionar tan bien como solía hacerlo. A veces, el daño es pequeño, como un pequeño rasguño, y otras veces puede ser grande, como cuando un juguete se rompe en pedazos.
Piensa en un lápiz que se le rompe la punta. Sigue siendo un lápiz, pero no puede escribir hasta que lo afiles de nuevo. Esto es como el daño porque el lápiz no está funcionando como debería. Necesitas arreglarlo para que pueda usarse correctamente.
Imagina un plátano que se aplasta. Sigue siendo un plátano, pero no se ve ni se siente igual. El aplastamiento es el daño, y cambia el plátano de cómo era antes. A veces, el daño se puede arreglar, como pegar una página rota en un libro, y otras veces, no se puede arreglar, como cuando una galleta se desmorona en migajas.