Piensa en cultivar como cuidar una pequeña semilla. Cuando tienes una semilla, quieres que crezca y se convierta en una planta grande y fuerte. Para hacer esto, le das agua, luz solar y amor. Esto es lo que significa cultivar. Estás ayudando a la semilla a convertirse en la mejor planta posible.
Imagina que estás aprendiendo a andar en bicicleta. Al principio, necesitas ruedas de entrenamiento y tal vez alguien que sostenga la bicicleta para que no te caigas. Con el tiempo, practicas y mejoras. Esto es cultivar tus habilidades para andar en bicicleta. Te estás dando el tiempo y la práctica para volverte realmente bueno en eso.
Piensa en hacer un nuevo amigo. Al principio, puedes ser tímido y no conocerse bien. Pero a medida que pasan tiempo juntos, hablan y juegan, su amistad crece. Esta es otra forma de cultivar—estás haciendo crecer tu amistad dándole atención y cuidado.
Entonces, ya sea una planta, una habilidad o una amistad, cultivar significa ayudar a que algo crezca y mejore dándole lo que necesita.