Los pepinos son como palitos verdes amigables que crecen en los jardines. Tienen una piel lisa y con bultos que se siente un poco como la espalda de un dinosaurio pero sin el rugido. Por dentro, son crujientes y están llenos de agua, como pequeños globos de agua que estallan cuando los muerdes. Son frescos y refrescantes, como un chapuzón en la piscina en un día caluroso.
Piensa en los pepinos como los pinceles de la naturaleza. Cuando los cortas en rodajas, forman pequeños círculos que parecen pequeñas ruedas o caritas sonrientes. Puedes usarlos para decorar un plato como usas crayones para colorear un dibujo. Hacen que tu ensalada parezca un proyecto artístico colorido, añadiendo un toque de verde a tu comida.
Los pepinos también son como superhéroes para tu cuerpo. Te ayudan a mantenerte hidratado porque están hechos principalmente de agua. Son como una poción mágica que te mantiene fresco y renovado, especialmente cuando hace sol afuera. Así que, cuando comes pepinos, es como si tu cuerpo recibiera un gran abrazo feliz de la naturaleza.