La crítica es como cuando alguien te da un mapa para ayudarte a encontrar el tesoro. Imagina que estás tratando de construir un castillo de arena, y alguien te dice: ‘Tu torre está un poco inestable, tal vez puedas hacerla más fuerte agregando más arena aquí.’ No están diciendo que tu castillo sea malo; solo te están ayudando a mejorarlo. La crítica te ayuda a aprender y crecer, al igual que un mapa te ayuda a encontrar tu camino.
Otra forma de pensar en la crítica es como un espejo. Cuando te miras en un espejo, puedes ver si tu cara está sucia o si tu cabello está desordenado, y luego puedes arreglarlo. La crítica te muestra cosas que quizás no ves sobre ti mismo, para que puedas mejorarlas. No se trata de hacerte sentir mal; se trata de ayudarte a ver cómo puedes ser aún mejor.
La crítica también puede ser como un entrenador en un juego. El entrenador podría decir: ‘Intenta patear la pelota de esta manera la próxima vez.’ Quieren que ganes y que des lo mejor de ti. La crítica es como el consejo de un entrenador, guiándote para que seas lo mejor que puedas ser.