Un contador es como una caja especial donde llevas la cuenta de las cosas añadiendo o quitando. Imagina que tienes una caja de bloques. Cada vez que pones un bloque, estás contando hacia arriba, y cada vez que quitas un bloque, estás contando hacia abajo. La caja te ayuda a ver cuántos bloques tienes en cualquier momento. Es como usar tus dedos para seguir los números cuando estás aprendiendo a contar.
Otra forma de pensar en un contador es como un marcador en un juego. Cuando juegas un juego, puedes ganar puntos. El contador es la parte que muestra a todos cuántos puntos tienes. Sube cuando ganas más puntos y puede bajar si pierdes puntos. Ayuda a todos a saber quién está ganando o perdiendo.
Un contador también puede ser como un gráfico de conteo. Si estás contando cuántos coches pasan por tu casa, puedes hacer una marca por cada coche. Cada marca es como añadir uno a tu contador. Al mirar las marcas, puedes decir cuántos coches han pasado.