control
El control es como ser el capitán de tu propio barco. Imagínate que tienes un volante y lo usas para decidir a dónde va el barco. Si quieres ir a la izquierda, giras el volante a la izquierda. Si quieres detenerte, aplicas los frenos. Tener control significa que eres quien toma estas decisiones y guía el barco hacia donde quieres ir.
El control también puede ser como tener un control remoto para tu coche de juguete favorito. Cuando presionas un botón, el coche se mueve hacia adelante o hacia atrás. Puedes hacer que gire o se detenga cuando quieras. Esto significa que tienes el poder de decidir qué hace el juguete. Tener control te permite hacer que las cosas sucedan de la manera que deseas.
Piensa en el control como ser el director de una orquesta. El director mueve una batuta, y los músicos tocan sus instrumentos. El director decide cuándo empieza la música, cuándo se detiene y a qué velocidad va. El control es liderar y asegurarse de que todo suceda en armonía, al igual que el director se asegura de que todos los instrumentos toquen juntos de manera hermosa.