Imagina que estás jugando un juego con tu amigo. Quieres ir a la izquierda, pero tu amigo quiere ir a la derecha. Ambos quieren cosas diferentes, lo cual es como ser contrario. Ser contrario significa querer o hacer lo opuesto a alguien más.
Piensa en un gato y un perro. El gato le gusta estar tranquilo y solo, mientras que el perro ama ser ruidoso y estar con gente. Son contrarios porque les gustan cosas diferentes.
Ahora, imagina un día soleado. La mayoría de las personas quieren salir y jugar, pero alguien que es contrario podría querer quedarse dentro y leer un libro. Están haciendo lo opuesto a lo que todos los demás quieren hacer.
Imagina dos imanes. Cuando intentas juntar los mismos lados, se repelen. Esto es como ser contrario. No quieren estar juntos porque son opuestos.
Ser contrario no siempre es malo. A veces te ayuda a pensar de manera diferente y a tener nuevas ideas. Es como tener tu propia forma especial de pensar que es diferente a la de los demás.