Una contradicción es como cuando dices que es de día y de noche al mismo tiempo. Sabes cómo brilla el sol durante el día y sale la luna por la noche, ¿verdad? Si alguien dice que es tanto soleado como iluminado por la luna exactamente en el mismo momento, eso es una contradicción porque esas dos cosas no pueden suceder juntas.
Imagina que estás jugando con bloques, y tienes un bloque que es tanto rojo como azul al mismo tiempo. Pero cuando miras de cerca, ves que es solo rojo. Decir que es tanto rojo como azul al mismo tiempo es una contradicción, porque un bloque no puede ser de dos colores a la vez a menos que esté rayado o mezclado.
Piensa en cuando tienes hambre y alguien te ofrece una manzana. Dices: “La quiero”, pero luego también dices: “No la quiero”. Eso es una contradicción porque no puedes querer y no querer la manzana al mismo tiempo. Es como si tu barriga y tus palabras estuvieran jugando un juego complicado de tira y afloja, donde no pueden ponerse de acuerdo sobre lo que quieren.