Piensa en tu juguete favorito. Cada vez que lo miras, se mantiene igual. No cambia de color, tamaño o forma. Esto es lo que llamamos constante. Es como un amigo que siempre está ahí, que nunca cambia, y en el que puedes confiar todos los días.
Ahora, imagina el sol en el cielo. Se levanta cada mañana y se pone cada noche. Siempre puedes contar con que el sol estará ahí. Esta es otra forma de entender constante. Es algo que siempre ocurre, como el amanecer y el atardecer.
Considera el tic-tac de un reloj. Hace tic-tac cada segundo, nunca más rápido ni más lento. Siempre es el mismo, y por eso podemos confiar en que nos diga la hora. Este es un sonido constante, algo que no cambia, al igual que el tic-tac de un reloj.
Finalmente, piensa en una canción que amas. Cada vez que la tocas, las notas y las palabras son las mismas. No cambian, no importa cuántas veces la escuches. Esto hace que la canción sea una constante en tu vida, algo familiar e inmutable.